Descripción
Colgante Amuleto YING YANG en acero, armoniza equilibrio espiritual, fomenta amistad, la relación de pareja, el amor y el compromiso.
El yin y el yang son las dos fuerzas básicas que desdoblan el Chi (fuerza vital universal). El yin simboliza lo femenino y el yang lo masculino. Ambos aseguran el equilibrio del cosmos y la unión de los contrarios. El juego de ondas representa las fuerzas cambiantes y el fluir de los elementos encadenados unos a otros. Significado como talismán o amuleto: Sirve para armonizar el equilibrio espiritual. Fomenta la amistad, la relación de pareja, el amor y el compromiso.
El Yyin y yang es un concepto fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo según la filosofía oriental, en la que surge. Describe las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. En todo se sigue este patrón: luz/oscuridad, sonido/silencio, calor/frió, movimiento/quietud, vida/muerte, mente/cuerpo, masculino/femenino, etc. El yin es el principio femenino, la tierra,
la oscuridad, la pasividad y la absorción. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración. Según esta idea, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de él mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, sino en una continua transformación. Además, cualquier idea puede ser vista como su contraria si se la
mira desde otro punto de vista. En este sentido, la categorización sólo lo sería por conveniencia. La teoría del yin y el yang puede aplicarse a todos los conceptos existentes, por lo que sus aplicaciones serían infinitas. Se puede aplicar el concepto al fluir del tiempo. Por ejemplo, el mediodía, cuando el sol se encuentra en lo más alto, es completamente yang; la media noche es completamente yin; el atardecer sería el yang transformándose en
yin y el amanecer el yin transformándose en yang. También se puede aplicar a las estaciones: el verano es yang, el invierno es yin; el otoño es yang transformándose en yin y la primavera yin transformándose en yang. También se puede aplicar a las direcciones: el norte es yin, el sur yang; el oeste yang que se transforma en yin y el este yin que se transforma en yang.
También se usa en el tratamiento de las enfermedades según las medicinas tradicionales asiáticas, en las que con frecuencia se contrarrestan determinados síntomas con tratamientos regidos por el concepto opuesto. Por ejemplo, el enfriamiento, un síntoma yin, sería tratado con comidas calientes, que son yang; una crisis nerviosa, yang, sería tratada con comidas frías (como frutas), que son yin.